Si deseas leer este texto en inglés

Yosemite es majestuoso. Su grandeza te obliga a reflexionar sobre el mundo, la naturaleza, el tiempo, lo humano y la existencia. Mirar esas rocas talladas por la dinámica glacial, el clima y la erosión de más de 30 millones de años te someten a la introspección. Te preguntas por Dios, el amor y cómo jodidamente existe algo tan maravilloso que sólo ha sido creado por las fuerzas geológicas.

El Parque Nacional Yosemite de California tiene 3 mil 80 kilómetros cuadrados y se extiende en las laderas de la cadena montañosa de Sierra Nevada. Recorrerlo todo sería una odisea sólo disponible para aquellos fanáticos de la belleza natural. El valle de Yosemite representa tan sólo el uno por ciento del área de parque y en promedio es lo que más visitan los turistas.

En nuestro antropocentrismo fue declarado patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco en 1984. Somos una especie ilusa. Yosemite no nos pertenece. Se pertenece a sí mismo y resiste pese a lo humano. Hordas de turistas y viajeros llegan todos los días para maravillarse, para sentirse pequeños ante El Capitán, uno de los monolitos más grandes del mundo, el Half Dome, sus decenas de acantilados, cascadas y sus bosques de sequoias gigantes.

Yosemite, en su calidad como Parque, funciona para que los turistas puedan recorrer diferentes áreas demarcadas y está pensando para que las personas tengan un acceso sencillo a diferentes puntos sin importar su edad (pueden ir bebés en carriolas hasta personas de la tercera edad). Tiene un sistema de carretera de un solo sentido que cruza todos los principales puntos del valle y existen zonas donde sólo se puede acceder a pie.

Yosemite es tan impresionante que sin importar el número de visitantes que cada día llega, puedes disfrutar de la experiencia de estar ahí. 

Foto: Wendy Garrido

¿Cómo llegar?

Llegar a Yosemite es sencillo. Nosotros rentamos un auto en Oakland y conducimos durante tres hora y media por una carretera, que era más una alfombra asfáltica en perfectas condiciones con paisajes increíbles. Paisajes que iban sirviendo como entrada para el plato fuerte: el túnel de Wawona,  que te permite ver el Valle de Yosemite con el Half Dome y El Capitán como sus guardianes principales.

El primer vistazo a Yosemite es embriagante. Tu cuerpo y mente no saben cómo reaccionar ante tales impulsos. Mis manos comenzaron a temblar y mis ojos se movían rápidamente de un lugar a otro. En mi boca se esbozó una sonrisa, los dientes aparecieron para sonreír con tal fuerza que parecía una loca extasiada. Traté de tomar una fotografía, pero me di cuenta que a veces la belleza no puede ser captada, atrapada. Preferí estar atenta de cómo reaccionaba ante la fuerza de la naturaleza. Respiré profundo. Respiré para tratar de tener un poco de Yosemite dentro de mí. Sentir su aire recorriéndome. Sentirme parte de la fuerza de la Tierra. Sentir mi pequeña existencia en la magnificencia.

La experiencia es tan catártica que pese a los cientos de turistas tu vista sólo puede concentrarse en lo no humano. En lo verde de los árboles y el contraste con las rocas. En la caída del agua.

Firefall

Dicen que en Yosemite se conjugan los cuatro elementos: agua, tierra, aire y fuego. El agua en sus ríos y cascadas, el aire limpio gracias a los árboles, la tierra de sus montañas y el fuego se puede representar de dos formas, las famosas fogatas que se prenden en su zona de acampar y la más importante, durante dos semanas en febrero es posible ver un fenómeno natural conocido como Firefall o “la caída de fuego”. La luz de los días más fríos en invierno choca contra la cascada de las paredes de granito de El Capitán y crea una raya naranja que asemeja una cascada de fuego. Se origina antes y después del atardecer como si estuviera ardiendo.

En su afán de querer imitar a la naturaleza, un hombre que operaba un hotel en Glaciar Point, James McCauley, comenzó a subir todas las noches a la cima de una de las montañas para prender una fogata y lanzaba las brasas al precipicio creando la ilusión de una cascada de lava. Se convirtió en una atracción y tradición que se realizó diariamente a las nueve de la noche, hasta que se prohibió antes de los años 70 para evitar más daño al medio ambiente.

Foto: Wendy Garrido

¿Dónde quedarse?

El Parque de Yosemite ha sido adaptado a sus visitantes. El alojamiento es diverso y puedes quedarte en cuatro de sus hoteles que cuentan con albercas, bares, restaurantes y hasta cancha de golf. También puedes acampar en sus trece campamentos repartidos por todo el parque, que incluyen a zona del Valle, Tuolumne, Meadows y Wawona.

Nosotros decidimos quedarnos en una casa de campaña en uno de los campamentos. Cada espacio cuenta con un área para hacer fogatas, una mesa, asador y un locker para proteger tu comida de los osos que habitan el parque. Aparte de baños comunitarios.

Vas a encontrarte muchísimas casas rodantes en estos espacios. Es impresionante la cultura del camping en Estados Unidos. Realmente es muy cómodo llegar en tu auto con todo lo que necesitas y poder disfrutar de un descanso perfecto, luego de caminar y caminar por horas: fogata, música, plática bajo las estrellas en una casa de campaña que puedes equiparla con cama inflable.

Tratando de olvidar del miedo que tenía de ir al baño por la noche y encontrarme con algún oso, realmente acampar en Yosemite ha sido unas de las experiencias que más he disfrutado y que recomiendo muchísimo si piensas visitarlo próximamente.

Guía de hospedaje

Reserva. Nosotros no lo hicimos y tuvimos que entrar a una lista de espera. Afortunadamente lo conseguimos, pero eso nos quitó un par de horas.

Majestic Yosemite (anteriormente el Hotel Ahwahnee): alojamiento en un parque histórico en el valle de Yosemite; piscina, restaurante, bar.
• Half Dome Village (anteriormente Curry Village): cabañas, cabañas de campaña y habitaciones de Stoneman House; piscina, restaurante.
• Big Trees Lodge (anteriormente el Hotel Wawona): piscina, golf, restaurante.
• Yosemite Lodge at the Falls: alojamiento estilo motel en el pueblo; piscina, restaurante.
• High Sierra Camps: Seis campamentos remotos de cabañas de campaña a lo largo del sendero John Muir en el este de Yosemite, accesibles solo por senderismo; El precio del alojamiento incluye tres comidas diarias.
Cámping
Reservas de campamentos: 877-444-6777 o recreation.gov
• Trece campamentos repartidos por todo el parque, incluidos el valle de Yosemite, Tuolumne Meadows y Wawona.

Datos importantes

Caminatas. Posee más de 1.300 km de senderos marcados por los cuales se puede andar. Existen 5 secciones demarcadas para los visitantes:

  • Yosemite Valley
    • Wawona/Mariposa Grove/ Glacier Point,
    • Tuolumne Meadows,
    • Hetch Hetchy,
    • Crane Flat/White Wolf.