Sin importar tu tipo de piel (grasa, mixta, seca, rosácea, normal o sensible) necesitarás hidratar tu rostro, es decir, proporcionarle el agua que necesita.

Una piel deshidratada no podrá absorber correctamente los tratamientos que le des así que te presentamos seis productos básicos para hidratar.

Tónico o tóner

El tónico se hace cargo de las células muertas que hayan quedado en tu rostro por lo que se considera como el último paso de tu limpieza diaria. 

Sin embargo, contiene propiedades semejantes a la loción hidratante e incluso hay productos que fusionan el tonificante y la loción.

Aunque este líquido balancea el PH, hidrata, suaviza y refresca, de ningún modo sustituye a una loción o suero.

Loción o esencia

La loción es un elemento indispensable en tu rutina para el cuidado de la piel, de hecho, se considera el primer paso.

Añade hidratantes, humecta, equilibra el PH de la piel, ayuda a regular su estado y, además, facilita la penetración en la epidermis de los tratamientos posteriores.

Puedes identificarla porque es líquido o con una ligera textura de gel. Justamente por su alto contenido de agua, hay quienes la usan para refrescar el rostro y el maquillaje a lo largo del día.

Su uso continuo no sólo mejora el estado de la piel sino que, con el tiempo, requerirás menos dosis de tus otros productos para la cara. 

Hay muchísimas variedades, como la esencia que es la versión que se originó en Corea del Sur. 

Se recomienda ponerlo inmediatamente después de la limpieza diaria y no sólo en el rostro sino también en cuello y escote. 

Bruma facial o Mist

El secreto de la bruma está en la ligereza de la atomización. Con un par de descargas obtienes un rocío que cae uniformemente y, como es tan delicado, se absorbe con prontitud.

La bruma se esparce e integra a la piel a fin de hidratar y refrescar. Deja una sensación de luminosidad y sedosidad.

Sus envases están diseñados para ser portátiles y para que uses este producto en cualquier momento, en especial, cuando estás cansada o llevas varias horas usando maquillaje.

La bruma no se limita a la cara también puedes aplicarla en el cuello, manos y resto del cuerpo. Hay quienes preparan la piel con ella antes de colocar el suero.

Suero o Sérum hidratante

El suero es un concentrado de ingredientes activos por eso viene en un envase pequeño y un par de gotas es suficiente.

Funciona como una recarga diaria por lo que se absorbe de inmediato e ingresa rápidamente en las capas profundas de la piel.

La consistencia de algunos parece aceitosa mientras que otros se sienten más viscosos pero ninguno tiene base grasosa. Gracias a sus vitaminas y principios activos hidrata y repara.

Su efecto es visible en menos tiempo que con otro tipo de tratamientos. La consecuencia más inmediata es la luminosidad que brinda y la sensación de suavidad, por eso algunas personas lo usan como preparación previa a maquillarse.

Crema hidratante

El suero trabaja mejor si se le aplica encima una crema hidratante para crear una barrera que impida que el medio ambiente extraiga el agua de la epidermis. Debido a que se complementan, siempre van juntos.

Esta crema también es referida simplemente como hidratante porque su trabajo principal es que la piel recupere el agua perdida, aunque realiza otras acciones a causa del resto de sus ingredientes.

Su consistencia es diversa, va desde una crema típica o pesada hasta un gel o un fluido ligero. Y principalmente hay de dos tipos: nocturno y diurno.

Mascarillas hidratantes

A diferencia de los productos anteriores, las mascarillas hidratantes son de uso ocasional porque sus fórmulas concentran cantidades mucho más altas de sus componentes, por eso su resultado es casi instantáneo. Y precisamente por eso se recomienda aplicarlas una vez por semana.

Como su propósito es dar hidratación inmediata, es necesario conocer qué tipo de piel tienes para elegir la ideal para tu caso.