¿Te imaginas ser apicultor por un día? Ya es posible gracias a La Ruta de las abejas, un recorrido que te permitirá convivir con estos pequeños animalitos que son vitales para la vida.

La apicultura es una actividad agropecuaria orientada a la crianza de abejas, por lo que de ella se obtienen productos como la miel, jalea real, propoleo, cera y polen. De acuerdo con Sandra Corales, miembro de la empresa Abejas de Barrio, lo principal, es saber que la producción de miel se debe a la diversidad de paisajes y  a las abejas sociables, que son las encargadas de la polinización del 70% de las plantas con flores. 

En ese sentido, México se encuentra entre las diez naciones que venden el 78% de la miel que se comercializa a nivel mundial, y entre los cuatro países que aportan el 50% de esas ventas. Por ese motivo Corales explicó que, al tratarse de una práctica milenaria, los canales de Xochimilco son de suma importancia debido a que la apicultura siempre ha acompañado a otras formas de trabajo rural como la siembra.

Canal de Xochimilco. Foto por Brenda Torres

Tipos de abejas

En este recorrido se muestra a los participantes que las abejas miden alrededor de quince milímetros de largo y forman colonias compuestas por una única hembra fecundada (Reina), varias hembras estériles (obreras) y una gran cantidad de machos (zánganos).

El proceso 

Las abejas son fundamentales para el equilibrio del medio ambiente ya que, al obtener el alimento de las flores, fomentan en las plantas la capacidad de fecundarse. A lo anterior se conoce como polinización cruzada, con ésta, las plantas generan el oxígeno suficiente para la vida, y además, aumentan el rendimiento en los cultivos, lo que provoca un incremento en alimentos de origen vegetal, materia prima textil e insumos agropecuarios. 

Ante ello, Corales describió que son las obreras las que recogen el néctar procedente de las flores, lo almacenan en su tórax y lo transportan a la colmena donde otras lo extraen y lo convierten en fructuosa y glucosa, con un porcentaje menor de aminoácidos y minerales.

Respecto a la actividad, los apicultores primero se deben colocar el equipo de trabajo, posteriormente hacer uso del ahumador (que utiliza cartón y madera para dispersar a estos insectos) y finalmente, apoyarse de la cuña para abrir las colmenas.

“Para la cosecha de miel lo que hacemos es retirar el bastidor y poner el producto en la centrifugadora para que este escurra y pueda filtrarse. Con la filtración evitamos que se vayan algunas abejas, ramitas y hojas o algunas basuritas ajenas a la miel”, detalló.

Importancia de las abejas y las ciudades sostenibles

En el mundo existen cerca de 20 mil especies de abejas, de las cuales solo 5% son sociales, lo que significa que hacen colmenas, de este modo la producción de miel varía dependiendo la estación del año, aunque la recolección del alimento se realice en el mismo sitio. 

“En la capital del país la miel proveniente de eucalipto es la más popular y suele distinguirse por su aroma, además, la miel pura puede diferenciarse de otras porque siempre se cristaliza, es un proceso natural.  En cambio, cuando están pausterizadas no ocurre esto y decimos que el producto ya perdió sus propiedades porque se expuso a temperaturas muy altas”, resaltó.

Apicultura urbana

Aunque en muchos países está en tendencia, Sandra Corales no recomendó a los habitantes de la capital realizarlo. Pese a que puede influir en la protección de estas poblaciones, las abejas que rondan en las calles de la Ciudad de México suelen ser  agresivas. 

“Hay muchas personas que son alérgicas al piquete, así que más que tener colmenas en las azoteas deberíamos respetar los jardines con flores nativas y promover que haya más visitas por parte de los polinizadores”, argumentó.

En ese sentido, la apicultora descartó que la miel producida en las urbes sea de igual o incluso de mejor calidad que la producida en el campo, ya que los insecticidas alteran en gran medida a las poblaciones de abejas.

“En la ciudad no hay tantos pesticidas, pero si otros contaminantes como carros, industrias y basura. La ciudad no es sustentable, así que sigue siendo mejor la producida en campo”, sentenció.

Foto: Brenda Torres

La ruta de las abejas

El recorrido incluye un paseo en trajinera, donde se ofrece un almuerzo elaborado con productos que se cosechan en las chinampas y, posteriormente, se ingresa al apiario para que los participantes se coloquen el equipo de protección y puedan conocer las colmenas, los tipos de abejas y el proceso de extracción de miel. 

La visita concluye con una cata de miel, la cual se realiza por medio de un análisis sensorial que consiste en cuatro tipos de evaluaciones: visual, olfativa, olfato-gustativa y táctil.

“Esta parte es muy padre porque hemos recibido a personas que se van nostálgicos porque una de las mieles que probaron les recordó su infancia”, finalizó Corales.

A pesar de la cantidad de abejas que se cuidan, y de las toneladas de miel que se producen en el país, la abeja está en grave peligro. Es por eso que se están implementando talleres de apicultura en la Ciudad de México, mismo que pueden realizarse con la empresa Abejas de barrio, la cual nació con el propósito de proteger a las abejas enseñando a las personas a preservar y crear un hábitat para estos animales. 

Datos

En este espacio además conviven diferentes proyectos de educación ambiental que dignifican el trabajo de los apicultores de la zona de Xochimilco.

La próxima Ruta de las Abejas se hará el próximo 15 de marzo y la reservación puede realizarse por medio de: abejasdebarrio@gmail.com y a los teléfonos 55 8259 2568.