Fuimos invitados a la tasting night de Mochomos Arcos Bosques y en este pre-opening disfrutamos de lo mejor de este gran restaurante.
En una noche llena de lujo y sofisticación, que va desde el lugar, la atención y los platillos, Mochomos despertó nuestro apetito con unos deliciosos aperitivos. Comenzamos la noche con un San Gin, se trata de una bebida de Gin, vino tinto, jugo de naranja y zarzamora, ideal para quienes buscan algo refrescante y ligero con un tono frutal.
También pedimos un Sueño Rosa, una bebida con textura de frappé que nos pareció deliciosa, ya que los sabores frutales se integraban a la perfección, era un mix de gin con jugo de arándano, blue berries y néctar de Lychee.
Pedimos de entrada uno de los platillos más vistosos; la Piedra Caliente; llevaron a nuestra mesa una base de madera y sal con una roca incandescente encima, sobre la cual colocaron finas láminas de carne de res marinada, que fueron cocidas frente a nosotros; las probamos con una salsa agridulce y cada bocado nos pareció exquisito.
Te recomendamos muchísimo probar también los Buñuelos de camarón, en él los camarones ligeramente rostizados son servidos sobre buñuelos que se encuentran a su vez sobre queso crema, bañados de una salsa que unificaba los sabores.
Si vas a Mochomos algo de lo que no te debes de perder es la Sopa de Tortilla, de la que podemos decir sin exageración que es la mejor que hemos probado, su base es de caldo de res y está acompañada de trozos de tortilla frita, aguacate, queso regional y un delicioso toque a chipotle. Los meseros inclusive nos comentaron que muchos vienen a Mochomos por esta sopa.
Sin lugar a dudas, el fuerte de Mochomos son sus excelentes cortes de carne, en esta ocasión pudimos disfrutar de el Rib Eye Mochomos, que fue marinado en una salsa a las hierbas finas durante 24 horas, en él se podía sentir el sabor de la salsa de forma muy penetrante en la carne, misma que tenía una gran suavidad. Fue preparada frente a nosotros, haciendo de esta experiencia algo muy especial.
Concluímos esta experiencia de sabores con la esfera de chocolate, misma que fue derretida frente a nosotros por un brandy flameante, que dejó al descubierto un delicioso brownie con topping de helado de vainilla Häagen Dazs.
Destacando su origen sonorense, Mochomos nos regaló una experiencia de elegancia y lujo, en un entorno de iluminación sutil, rodeada de naturaleza decorativa, llena de aromas, sabores y texturas que se quedan en la memoria y que invitan a conocer más de su menú.